Como en la antigüedad, los mismos argumentos: “Aquí está en juego la identidad, y la supervivencia de la familia: papa, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre…No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una "movida" del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios…Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: "esta guerra no es vuestra sino de Dios"”
Probablemente fueron los mismos que utilizaron arzobispos, obispos y curas que bendijeron a los genocidas y torturadores. Hablaron del Reino de Dios, al mismo tiempo que torturaban con picana a 30.000 compañeros y compañeras, bendecían los vuelos de la muerte y entregaban bebes. Reconfortando la conciencia de los asesinos diciéndoles que era por Dios, por la Patria y el hogar.
Entre muchos de esos desparecidos/as, había fieles católicos que optaron por los pobres, que no creyeron posible un reino de los cielos, mientras sus hermanos y hermanas sufrían en la tierra. Basta con recordar a los curas Palotinos, al padre Múgica, a las monjas francesa Alice y Léonie, al obispo Enrique Ángel Angelelli como tantos y tantas que trabajaron en silencio en las villas y asentamientos y que hoy se encuentran desaparecidos. Seguramente ellos, ni ellas nunca hubieran estado en la plaza de Torquemada.
Al día siguiente la consigna era otra: “el mismo amor, los mismo derechos”. Las banderas multicolores no faltaron en las calles más diversas que nunca. Música, sonrisas, amistad, baile. El frío no era lo suficientemente frío como apagar las esperanzas y las ganas de que en Argentina todas las personas tengan los mismos derechos.
Luego de unas largas 14 horas de sesión. Con discursos de lo más variado, que fueron desde el progresismo hasta la discriminación lisa y llana. Sé voto el proyecto de ley que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo con 33 votos a favor, 27 en contra, 3 abstenciones y 9 ausentes. Convirtiendo a Argentina en el noveno país del mundo en reconocer el matrimonio civil entre personas del mismo sexo con todos los derechos que esta figura jurídica otorga, y el primero en Latinoamérica.
Durante todo el tiempo que duro la sesión, la plaza fue ocupada por movimientos sociales, partidos políticos, personas sueltas. No había micros de doble piso que las trajera desde alguna escuela o parroquia. Vinieron de todas partes, por sus propios medios y porque estaban y están convencidas que este es el comienzo de la lucha. Porque no sólo es por el matrimonio, sino porque posibilita que muchos y muchas sean visibles, para que cada vez ardan más closets.
Por Natalia Gaitán y por tantas y tantos que sufrieron en silencio. Por los derechos de niñas y niños a nacer y vivir con personas que los aman, sin importar si son dos mamás, o dos papás, o una travesti, o una mamá, o un papá, o un hombre y una mujer. Porque no existe una única forma de amar, como no existe un modelo de familia. Porque la diversidad enriquece. Porque nos rebelamos a lo rígido e inamovible. Porque elegimos creer en Dios o no creer en él, pero no renunciamos a la libertad.
Ahora falta la ley de identidad de género para que ninguna travestis o trans, tenga que sufrir el oprobio de ser llamada por un nombre que no la representa. Por la derogación de todos los códigos de faltas que persiguen y encarcelan a las personas en prostitución. Por la legalización de la interrupción del embarazo, para que no sigan muriendo mujeres por aborto clandestino. No hay igualdad posible si a una parte de la población, la más vulnerable, se le continúa negando el derecho a una vida digna. Tal vez la votación del Senado sea el primer paso para ir por todos los derechos que faltan.
Un amigo y activista lgbt expreso: “me voy a dormir feliz.... feliz de ver a la izquierda ahí parada, hasta al peronismo.... todo impensable hace unos años, feliz por este paso, que aunque sea en lo simbólico y en un par de cosas muy concretas hace la vida de todxs un poco mas digna... vivan lxs que ya no están y vivan lxs que siguen ahí. El futuro es nuestro.” ¡Que asi sea!
Por Zula
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